Las emociones durante el embarazo, nacimiento y puerperio

La maternidad es un momento de grandes cambios en la mujer. Desde que comienza el embarazo su cuerpo va a transitar por múltiples transformaciones. Aquellas más evidentes son las visibles: la panza crece, las mamas aumentan de tamaño y los pezones y aréolas se tornan de un color más oscuro. Como todo proceso del ser humano, resulta imposible separar el aspecto biológico del psicológico. Es por esto que lo que sucede en el cuerpo de la mujer repercute directamente en su estado emocional. Nuestro humor, nuestra sensibilidad, nuestra energía y tolerancia se pueden ver afectadas. Mencionaremos a continuación algunas de las características emocionales más frecuentes de todo este proceso de la maternidad.

Sensibilidad a flor de piel
Tanto en el embarazo, en el parto como en el puerperio, los cambios hormonales tienen un fuerte impacto en el estado emocional y la mujer suele estar más sensible que lo habitual.
Una de las expresiones de esta sensibilidad es el llanto. Encontramos mujeres que lloran fácilmente, y en algunas situaciones por desencadenantes pequeños como puede ser una publicidad, una película o diferentes noticias cotidianas. Es decir, situaciones que anteriormente la mujer podía tolerar sin inconveniente, ahora puede resultarle más difícil de sobrellevar. Esta característica no es para nada preocupante, siempre y cuando no implique un sentimiento de tristeza que se instale de forma constante.

Como otra cara de la sensibilidad exacerbada encontramos la irritabilidad. Cosas que antes no le molestaban, ahora sí lo hacen. Esto es característico del puerperio, en donde a esta sensibilidad a flor de piel se le suma el cansancio y la adaptación a la llegada del nuevo bebé. Podemos sentirnos irritables con nuestro cuerpo, los senos pueden estar más sensibles por las hormonas que van cambiando, podemos sentir molestias físicas o estar un poco más quejosas. Esto no es que le pase a todas las mujeres, pero suele ser una característica frecuente y resulta interesante que la pareja conozca sobre estos vaivenes emocionales y así pueda acompañarnos y entendernos de mejor manera.

Duelo por el cuerpo perdido
Asimismo, la mujer va a transitar por un duelo, los cambios en el cuerpo implican un cambio en la identidad. El cuerpo cambia de forma, primero sumamos kilos y crece nuestro abdomen. Luego, cuando nace el bebé, aumentan las mamas de tamaño, y nos lleva unas semanas que nuestro vientre vuelva a su estado pre-embarazo. Esto no es necesariamente angustiante, simplemente implica adaptarnos a una nueva imagen corporal, reconocernos en el espejo y adaptarnos a nuevos talles de ropa. Es inevitable sentir nuestro cuerpo diferente, y puede llevar algunas semanas volver a reconocerlo como propio.
En este aspecto algunas mujeres refieren una dificultad en volver a tener intimidad con su pareja ya que no se sienten atractivas y rechazan su nueva imagen. Esto algunas veces sucede cuando hay marcas permanentes como son las estrías, la cicatriz de la cesárea o de una episiotomía, también cuando la mujer ha subido demasiado de peso y ella misma (por sus propios preconceptos) no se considera atractiva para su pareja.  Puede llevar un tiempo el volver a sentirse cómoda con una misma, el apoyo y la comprensión de la pareja resulta crucial en estos momentos.

La ambivalencia
La ambivalencia es un estado característico de la maternidad, donde se conjuga el amor más puro y profundo por nuestro bebé junto con el rechazo. En este proceso de maternidad la mujer dispone de su cuerpo enteramente en pos del desarrollo y sano crecimiento de su hijo, y esta disposición y muchas veces sacrificios que la mujer hace, puede despertar sentimientos ambivalentes, que son completamente naturales. Son sentimientos difíciles de verbalizar, porque son censurados socialmente. Hace unos días una mamá me comenta en forma jocosa: “lo malo de los niños es que no se pueden devolver”; este chiste refleja la realidad de que más allá que nuestros hijos sean la “luz de nuestros ojos”, hay momentos en donde estamos cansadas y necesitamos un poco de distancia. Puede suceder en el momento del parto, luego de varias horas de trabajo y esfuerzo, al momento del nacimiento la mujer puede no sentir un deseo instantáneo de querer agarrar a su bebé. Este estado ambivalente es característico del ser humano y totalmente esperable que se presente en la maternidad.

Emociones en el parto
El parto es el proceso natural de apertura del cuerpo de la mujer hacia el encuentro con su bebé. El cuerpo de la mujer literalmente se abre para dar paso a la vida, al milagro del nacimiento. Por la forma en que vivimos este proceso en nuestra sociedad, en donde la mujer da a luz en una institución médica y es sometida a varios procedimientos e intervenciones, resulta un momento de mucha exposición y vulnerabilidad, donde la mujer tiene que recurrir a sus herramientas emocionales para transitarlo de la mejor manera posible.

Si la mamá se siente cómoda y confiada en su entorno, facilitará el proceso fisiológico del parto, segregando las hormonas necesarias para la evolución del mismo. Es fundamental que la mamá y su referente afectivo puedan disfrutar del momento y hacerlo propio. El estar informados y actualizados va a ayudar a que la mujer se sienta dueña y protagonista de su  parto.
Muchas veces, en la urgencia de cuidar la salud física del bebé y la mamá, los profesionales de la salud pueden desatender, sin mala intención, el aspecto emocional. Para que la mujer transite la experiencia de la mejor forma posible, es indicado que alguien de su confianza pueda acompañarla durante el proceso para darle aliento, contenerla y apoyarla. La Organización Mundial de la Salud describe que: “Las mujeres que recibieron apoyo continuo y personalizado durante el parto tuvieron más probabilidades de tener un trabajo de parto levemente más corto, un parto vaginal espontáneo y no tuvieron la necesidad de usar analgesia o anestesia. También mostraron una menor tendencia a expresar disconformidad con relación a la experiencia del parto” (Brown H. Apoyo continuo para las mujeres durante el parto: Comentario de la BSR -última revisión: 17 de octubre de 2007-. La Biblioteca de Salud Reproductiva de la OMS; Ginebra: Organización Mundial de la Salud).

Atendiendo estas necesidades de la mujer, desde el 15 de agosto del año 2001 existe en Uruguay la Ley 17.386 en la cual se dispone que: “toda mujer durante el tiempo que dura el trabajo de parto, incluyendo el momento del nacimiento, tendrá derecho a estar acompañada de una persona de su confianza o en su defecto, a su libre elección de una especialmente entrenada para darle apoyo emocional”. Esta disposición es válida independientemente si el parto es vaginal o por cesárea.
En los casos en que la mujer no cuente con una persona de confianza para que la acompañe, o simplemente porque desea la presencia de otra persona con experiencia, existe el rol de la Doula. Son personas que se formaron especialmente en el acompañamiento de la mujer durante el trabajo de parto y parto. Manejan medidas de comodidad, posiciones que facilitan el parto entre muchas otras cosas. Tienen un rol de sostén para la mujer, alentándola y acompañándola a ella y a su referente durante todo el proceso. Se puede conocer más información sobre las doulas a través de la Asociación Nacional de Doulas del Uruguay (ANDOU).

El encuentro con la maternidad es una gran aventura llena de cambios y emociones. Cambia nuestro cuerpo, cambia nuestra realidad familiar, pero sobre todas las cosas hay una transformación interna: nos convertimos en madres. La mujer experimentará múltiples miedos, fantasías y sensaciones. Su sensibilidad aumentará, se encontrará con un nuevo cuerpo que fue el hogar de su bebé durante nueve meses. Transitará por el parto y disfrutará de las vicisitudes del puerperio. Más allá de los sentimientos encontrados o de las sensaciones que no nos resulten gratas, la maternidad es una oportunidad para crecer, para encontrarnos siendo mujeres portadoras de este gran milagro, que es la llegada de nuestro pequeño bebé.

Claudia López
Licenciada en Psicología

www.nacemama.com

Fuentes de imagenes: google images

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