Semana Internacional de Crianza en Brazos 2011


“Un mundo de posibilidades” 

Este es el lema elegido para Semana Internacional de la Crianza en Brazos (SICB) 2011, organizada a nivel internacional por Babywearing International, que se desarrollará del 10 al 16 de octubre. Durante toda la semana, en diversos países del mundo, se fomentan actividades que promuevan el uso de portabebés En los países anglosajones le llaman “Babywearing”, en España “porteo”. 
Si bien no tenemos en Uruguay una palabra que resuma el hecho de cargar a nuestros hijos en Portabebés, cada vez más vemos en la calle, en la playa, en un shopping, o en el parque a bebés y niños cargados en portabebés de argollas, fulares, y otros. Cargar a tu bebé, significa llevarlo cerca en un portabebé de tela, sea cual sea el modelo. 

A lo largo de la historia y en diversas culturas, nos encontramos con que las mujeres llevan a sus bebés en brazos, en la cadera o sobre su espalda, ya que les permite realizar sus trabajos, recorrer muchos kilómetros, continuar con la vida cotidiana, mientras que el bebé permanece en el mejor lugar posible, el regazo de su madre. Existen países, como por ejemplo Bolivia, en donde no existe la posibilidad de llevar a un bebé en un cochecito, porque la infraestructura de la cuidad (con grandes subidas) no lo permite. Allí, las mujeres vuelven al trabajo a las semanas de haber parido con sus bebés “a cuestas”; de esta manera, sus bebés crecen durante meses envueltos en el cuerpo de su madre, hasta que comienzan a caminar. Esta forma de crianza va mucho más allá de la simple comodidad o las tradiciones culturales. 


Cuando un bebé es cargado se abre un mundo de posibilidades, porque se estimulan los distintos sentidos ayudando a su desarrollo: puede sentir el ritmo de la respiración del adulto, escuchar los latidos del corazón, ser tocado con frecuencia, escuchar si le hablamos o cantamos, y sentir nuestros mimos. Existen fundamentos importantes respecto a los beneficios que conlleva tanto para la madre como para el bebé. Desde el punto de vista físico, el uso correcto del portabebé, mantiene al niño en una forma anatómica que permite el adecuado desarrollo de sus huesos y músculos. Por ejemplo, se habla de la posición “ranita” la cual es ideal para los bebés que nacen con displasia de cadera; esta posición implica que las piernas estén abiertas en un ángulo mayor a 90°, y las rodillas estén flexionadas por encima de la cadera. Asimismo, el contacto físico del cuerpo del adulto con el del bebé, ayuda a regular la temperatura del último. Esto es ideal para bebés prematuros. Del mismo modo, el calor colabora en aliviar los síntomas de “cólicos” tan frecuentes en las primeras semanas. Para el adulto, el portabebé le permite cargar al niño distribuyendo el peso de forma más equitativa en el cuerpo. Esto alivia las tensiones musculares, a la vez que le permite tener las manos libres. Algunos portabebés como los fulares, permiten cargar a nuestros bebés piel con piel en nuestra casa, quedando ambos, mamá (o papá) y bebé bastante cubiertos. Por otro lado, amamantar en un portabebé permite a las mujeres estar disponibles para cada toma, generando un espacio íntimo y discreto si es que lo necesitan. 

¿Cómo elegir un portabebé? 
Existen varios modelos y marcas de portabebés. La mamá y el papá deberán buscar aquél que se acomode mejor a sus necesidades y brinde seguridad en su uso. Hay algunos elementos importantes que se deben tener en cuenta a la hora de elegir un portabebé. Primero, el diseño y el ajuste del mismo, el portabebé debe asegurar que la zona del cuello y cabeza del bebé tengan un correcto sostén. Esto es importante sobre todo en los primeros meses. Es importante tener en cuenta que el rostro del bebé debe quedar descubierto, para no obstaculizar el pasaje de aire. 
Otro elemento primordial es la posición de las piernas; éstas no deben quedar paralelas. Para un correcto desarrollo de la cadera es importante que, durante los primeros meses, el bebé mantenga sus piernas en la posición “ranita” como se describió anteriormente. En los países desarrollados podemos acceder a un montón de “objetos” que nos alejan de nuestros bebés, más allá de que algunos sean muy necesarios y otros no. Cunas, cochecitos, baby sillas, y quizás los más absurdos: hamaca con pilas o a manivela y entretenedores. En estos últimos, el bebé se hamaca solo, el bebé se entretiene y se queda quieto en un lugar; es decir, no necesita el contacto con el adulto. 
La evidencia científica ha demostrado ampliamente que nuestros hijos se desarrollan y crecen mejor en el contacto con adultos significativos afectivamente. En nuestra cultura, podemos encontrarnos con la creencia de que cargar a nuestros bebés es “malcriarlos”, “darles maña”. Pero cargar a nuestros bebés es hacerle caso a nuestro instinto, es querer compartir el tiempo con ellos. Y verán, que nuestros bebés se quedan más tranquilos, seguros y felices.

En fin, para un desarrollo seguro y feliz lo que importa es que, sabiendo la importancia que tiene tener a nuestros hijos cerca, nos animemos a cargar a nuestros hijos en brazos. De esta manera y parafraseando el lema de la SICB 2009, los tendremos siempre “al alcance de nuestros besos”.

Lic. Claudia López 
Lic. María Claramunt 
Directoras de Portabebés MITAI 

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