Extracto de "Frenillo corto y Lactancia"
Catherine Watson Genna
LEAVEN, vol 38, No2, abril-mayo 2002
Para ver texto completo en español y en inglés
La condición llamada "frenillo corto" o "anquiloglosia"
(derivado del griego que significa "lengua torcida") es aquella en la
que el tejido debajo de la lengua que une a ésta con la parte inferior de la
boca restringe el movimiento de la lengua. En los niños con frenillo corto,
generalmente esta banda de tejido se encuentra muy cerca de la punta de la
lengua, lo cual deja muy poco movimiento libre, aunque también se presenta como
frenillo demasiado corto o inflexible. En generaciones pasadas, esta condición
comúnmente se diagnosticaba y remediaba al nacer el niño para prevenir
problemas de lactancia y del habla. Sin embargo, al ir disminuyendo la
popularidad de la lactancia en los años 1940 y 1950, este tratamiento dejó de
ser común. Con el apogeo de la lactancia en los últimos años, el frenillo corto
nuevamente se ha identificado como un problema y los investigadores, como
consecuencia, han empezado a identificar criterios de diagnóstico y
tratamientos que sean apropiados para apoyar la lactancia materna.
Foto de Odontoespacio |
Si un niño tiene el
frenillo corto y trata de extender la lengua, suele no poder hacerlo más allá
de su labio inferior, o incluso la punta de la lengua se ve forzada hacia
abajo. Si el frenillo es muy inflexible, la parte posterior de la lengua se
levantará mientras que la parte de enfrente permanece pegada a la parte
inferior de la boca, formando una honda o joroba. Si el bebé con frenillo corto intenta levantar su lengua,
frecuentemente se observará una pequeña depresión en la punta de la lengua,
semejante a la parte superior de un dibujo de un corazón. Los lados de la
lengua se levantarán mas que el centro si el bebé tiene el frenillo corto. Si
el niño intenta mover la lengua hacia un lado o el otro de su boca, torcerá su
lengua al hacerlo y no podrá volver la punta de la lengua a las encías. En
casos serios, el frenillo corto no le permite al bebé extender su lengua sobre
las encías inferiores. Es la presencia de la lengua encima de las encías
inferiores lo que inhibe el reflejo de mordida del bebé. Si el seno toca la
encía inferior, el bebé, por reflejo, morderá.
La lengua juega un papel
muy importante en la lactancia materna. Ayuda a jalar el pecho a la posición
adecuada dentro de la boca y luego forma un surco a lo largo del pecho para
mantener el tejido en posición dentro de la boca y sostiene la leche en la
parte posterior hasta el momento de tragar.
Las dificultades que
presenta el frenillo corto para la lactancia dependerán del grado de flexibilidad,
el largo de la lengua que queda libre y la flexibilidad del fondo de la boca.
Aun cuando el frenillo se encuentra afianzado hasta la punta de la lengua, el
niño puede lograr una lactancia sin intervenciones si el fondo de la boca es
muy flexible y permite el movimiento de la lengua, pero el niño tendrá que
compensar bastante y las tomas serán cansadas y menos eficientes.
Foto obtenida de google imagenes de uso libre |
Otra manera muy común de
compensar es usar los labios (en vez de la lengua) para lograr extraer la leche
del pecho cuando el frenillo es corto o el afianzamiento es poco profundo.
Los bebés con frenillo
corto a menudo pueden mamar siempre y cuando se ponga mucha atención a la
posición y colocación al pecho. Una colocación asimétrica, donde se presenta el
pezón hacia el labio superior del niño para que extienda su cabeza ligeramente
hacia atrás, abra la boca bien grande y se coloque al pecho con el labio
inferior y la punta de la lengua tan lejos de la punta del pezón como sea
posible puede ayudar a lograr esta meta. Un bebé con frenillo corto corre el riesgo de retraso del crecimiento
si se le ponen horarios estrictos o si sus tomas al pecho se limitan.
La consideración más importante para decidir si el bebé
necesitará evaluación y tratamiento es qué tan bien funciona la lengua. Si el
frenillo parece estar muy corto o muy cerca de la punta de la lengua, pero el
niño esta mamando adecuadamente y subiendo bien de peso, tragando sin problemas
y la madre no tiene dolor o inquietud, entonces hay menos preocupación que si
la lengua se ve bien, pero el niño esta presentando problemas para transferir
leche o si su madre tiene dolor al amamantar.
Existen varios tratamientos para el frenillo corto. El
tratamiento más sencillo y el que se usa en la mayoría de los casos es una frenotomía,
donde el frenillo se corta con tijeras estériles bajo anestesia local. La
frenotomía provoca muy poco sangrado y es un procedimiento con muy pocos
riesgos. El bebé casi siempre puede empezar a mamar inmediatamente después de
la operación, y la madre puede notar una diferencia inmediata en la eficiencia
y comodidad de la lactancia. Otros niños pueden tardar hasta una semana o dos
aprendiendo a usar su lengua que por primera vez en su vida tiene mayor
movimiento. Si parece ser que el bebé necesita ayuda aprendiendo a succionar
bien después de la operación, la madre puede buscar ayuda del especialista en
problemas de este tipo.
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