Dormir al bebé: Rutinas que nos ayudan.

En nuestra cultura los adultos acostumbramos a dormir, un promedio, de 8 horas corridas en la noche. Asimismo, tenemos largas jornadas de trabajo en el día. Esto hace que, cuando nace un bebé en la familia, nuestras rutinas se vean alteradas, y anhelamos el momento en el que el niño es capaz de seguir nuestros horarios. Sin embargo, los niños tienen su propio ritmo de sueño. El mismo forma parte importante de su desarrollo, y acompaña su proceso evolutivo. Por esta razón, difícilmente un bebé dormirá más de 5 horas corridas. De acuerdo al momento evolutivo en el que se encuentre, necesita de ciertos despertares nocturnos, que se irán reduciendo en frecuencia con el correr de los meses. A modo de ejemplo, un bebé recién nacido hasta los 3 meses de edad, dormirá la mayor parte del día, un promedio 14 a 20 horas, según sus características. Debido a que las necesidades principales son las de alimentarse y crecer, el bebé precisa comer frecuentemente, y se despertará a lo largo de la noche para alimentarse, y así mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. En promedio, un bebé recién nacido dormirá por períodos de 2 a 5 horas.

¿Debemos enseñarles a dormir a los bebés?
Es importante entender que los adultos no debemos enseñar a dormir a los niños. Ellos duermen desde que están en la panza de su madre, y al nacer lo harán naturalmente de acuerdo a sus requerimientos. Los adultos enseñamos hábitos y rutinas. Podemos enseñar el hábito de dormir en su cama, de dormir con la luz apagada, y de usar pijama, pero el acto mismo de dormir, no es algo que enseñemos.

Hay noches que se pueden tornar complicadas, por ejemplo cuando los papás están muy cansados y el bebé se mantiene despierto varias horas en la noche. También puede resultar caótico si todas las noches se duerme a una hora diferente, como si duerme durante el día y se mantiene despierto en la noche. Los papás podemos plantear rutinas que organicen nuestra vida cotidiana, y generen hábitos sanos en el niño. Sin embargo, es muy importante tener expectativas reales respecto al sueño del bebé, y no esperar que cumpla ciertas rutinas antes que su capacidad neurológica se lo permita. Por ejemplo, puede resultar peligroso si le exigimos a un bebé menor a 3 meses, que duerma toda la noche de corrido. No solo no tiene la capacidad de crear este hábito, sino que por sus necesidades físicas, requiere de hidratación y alimentación frecuente. Según lo que plantean varios autores, se espera que un niño duerma, durante toda la noche, sin despertarse, luego de los 4 años. Hasta entonces, puede haber varios despertares en la noche. Estos van reduciendo en frecuencia y duración a medida que el niño crece.

¿Cómo podemos crear hábitos sanos?
Lo primero puede ser preguntarnos cómo son nuestras costumbres, rutinas y hábitos. ¿Nos acostamos tarde en la noche? ¿La casa es ruidosa hasta altas horas de la noche? ¿Cómo paso tiempo con mi bebé? ¿Lo estimulo demasiado previo a la hora de dormir? Las rutinas familiares colaboran o no con la forma en que el bebé duerma. Por ejemplo, lo padres que acostumbran acostarse tarde, seguramente mantendrán rutinas y hábitos que hagan que el bebé se duerma a altas horas de la noche. Otra situación que sucede con frecuencia es que los padres llegan de trabajar a la hora que el bebé comienza a manifestar sueño. Esto genera cierta conflictiva familiar, porque el niño se torna molesto, y se suma el cansancio de los adultos. Esta situación se puede corregir induciendo una siesta algunas horas antes, de modo el niño este descansado y pueda disfrutar de los mimos de papá y mamá.
Revisar nuestras rutinas nos pueden ayudar a ver de qué forma podemos mejorar los períodos de sueño.
Para conciliar el sueño es más fácil si estamos en un ambiente tranquilo y si realizamos actividades que nos ayuden a relajarnos. Si deseamos que el bebé duerma a determinada hora, porque esto ayudaría en la rutina familiar, podemos generar instancias de relajación, por ejemplo un baño caliente, ofrecerle el pecho, cargarlo en brazos, entre otras.
Es fundamental ser consecuentes en las rutinas que planteamos. Si un día intentamos que duerma de una forma, y el otro cambiamos la estrategia, es muy difícil que el niño lo pueda incorporar como hábito.

También debemos tener en cuenta la cantidad de horas que puede dormir un niño durante el día. Si nuestro bebé duerme demasiadas siestas, y en la noche nos cuesta que mantenga el sueño, puede ser que le estemos pidiendo que duerma más de lo que puede. Existe lo que se denomina “Ritmo Circadiano” que regula la cantidad de horas que dormimos en el día. De acuerdo a la edad del niño, serán la cantidad de horas diurnas que pueda dormir. A modo informativo, se plantea que hasta los 6 meses los bebés duermen casi 50% en el día, y 50% en la noche. Luego de los 6 meses, comienzan a realizar dos o tres siestas que se van reduciendo en cantidad, hasta que hacia los 18 meses, tienden a dormir una única siesta. Se plantea que desde recién nacido el niño comience a diferenciar el día de la noche. Este es un proceso que le llevará algunos meses. Pero nosotros podemos ayudarle. Cuando el niño duerme la siesta, nosotros podemos mantener las características del día. Es decir, que la casa este iluminada y hagamos los ruidos normales propios de nuestras costumbres. Si durante el día el niño duerme en silencio y oscuridad, le costará diferenciar cuando duerme en el día, y cuando duerme en la noche.

Por último, recordemos que el sueño es una actividad placentera, que nos ayuda a reparar y cargar energía para un nuevo día. En los niños es fundamental para el correcto crecimiento y desarrollo neuronal. Como padres, podemos colaborar para que la experiencia de conciliar el sueño sea positiva, y que el niño complete su proceso de maduración de forma natural. La forma en que nuestros hijos se duermen es otra oportunidad que tenemos como padres para mostrarles nuestro cariño, enseñando hábitos saludables.

Claudia López.
Licenciada el Psicología
Consultora Internacional de Lactancia Materna (IBCLC)
Educadora de parto Lamaze (LCCE)
www.nacemama.com

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