Todos los años, del 1 al 7 de Agostos se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. El lema de ese año es: "Amamantar y trabajar: ¡logremos que sea posible!"
Esta fecha es una oportunidad para poner sobre la agenda pública la temática, y poder generar instancias de difusión e información.
Sin embargo, por momentos tengo la impresión de que la "gente" se aburre. Se ha hablado tantas veces de los beneficios de la lactancia, de la importancia de que sea exclusiva, de cuánto tenemos que apoyar a las madres... que toda la información parece ser similar. Me pregunto entonces ¿cómo escribir un artículo diferente?
Y es que no pretendo repetir lo que se puede leer en distintos sitios, en esta oportunidad no deseo repasar "tips" ni "herramientas" prácticas... Lo que si quisiera es rescatar la memoria de la mujer y su familia. Sí, ¡la memoria! Ese recuerdo grabado en la mujer sobre cómo fue la lactancia. Sobre las peripecias que tiene o tuvo que llevar a cabo para sostenerla. Ese momento único en donde su pequeño bebé toma de su leche, quedando repleto y saciado. O aquel no tan grato, en donde tuvo que ordeñarse en un baño público.
Pues la lactancia es mucho más que nutrición y alimento. Es tiempo, es dedicación, es esfuerzo y voluntad. ¡Mucho más cuando la mujer tiene una vida laboral fuera de su casa!
Así que mujeres, aquí va mi reconocimiento. Gracias por el esfuerzo que hacen cada día por darle el mejor alimento a los futuros adultos. Ya sea que puedan ofrecer el pecho una vez al día, o sea de forma exclusiva... Cada gota vale la pena, y ¡gracias por ella!
Es mi deseo que el recuerdo de esta etapa sea grato, y trabajo día a día por ello. Pues al final, la memoria es todo lo que nos queda.
Feliz Semana de la Lactancia!
Claudia López Rodríguez
Psicóloga
Consultora Internacional de Lactancia Materna
Mamá de Lucía y Teo
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