Carta Pública de la Partera Sylvia Sosa


PARIRÁS DONDE YO DIGA, COMO YO QUIERA Y CON QUIEN YO DECIDA.

Mi nombre es Sylvia Sosa. Soy Obstetra Partera egresada desde hace 14 años de la Escuela de Parteras, Facultad de Medicina.
Elegí ser partera a raíz de mi experiencia con el nacimiento de mi primer hijo. De manera informada y consciente de lo que ello implicaba elegí con su padre parirlo “en casa”. Fue una decisión fácil de tomar. Estaré eternamente agradecida al equipo de parteras que me asistió en aquel momento. Permitieron que mi experiencia del nacimiento fuera inolvidable, el evento más empoderante de mi vida y que mi hijo Nico tuviera la llegada y el recibimiento en éste mundo que yo y su padre queríamos para él. Fue así que descubrí la partería, arte de acompañar desde todos los tiempos a las mujeres durante el nacimiento, de sostener y facilitar el momento. Al tiempo decidí penetrar ese mundo para mí tan especial y mágico.
El día Sábado 11 de agosto, salió publicada una entrevista que me realizó el diario El Observador en relación a Nacer Mejor y la asistencia de los partos en domicilio, organización dedicada al embarazo, nacimiento y crianza, la cual integro desde sus inicios.
Enorme fue mi sorpresa al leer un recuadro al final de la nota donde se citan declaraciones telefónicas del Dr. Briozzo, subsecretario del M.S.P. que textualmente citan: a iniciativa de la Asociación Obstétrica del Uruguay, se está estudiando una reglamentación del ejercicio profesional y precisamente uno de los temas que está sobre la mesa es la inhabilitación del ejercicio en domicilio cuando es planificado. “Es un tema que se está discutiendo en la órbita del ministerio y que podría salir por decreto presidencial”,
Mi sorpresa fue grande pero más grande aún fue mi indignación. Nada de esto es casual. Es la continuación de la amenaza que lanzó el mismo Dr. el año pasado diciendo que iban a prohibir los partos en domicilio. Frente a la misma hubo una respuesta contundente de que ello atentaba contra el derecho de toda mujer a decidir cómo, dónde y con quien parir a sus hijos. A los pocos días salió a rectificarse de que no se pensaba en una prohibición sino en desaconsejar su práctica. Ahora vuelve a la carga, pero ésta vez contra el ejercicio libre de la profesión ejercido por aquellas parteras que asistimos partos en domicilio. Como si una cosa no fuera lo mismo que la otra… y sale hablando de un decreto presidencial: ¿en qué cabeza cabe un abuso de poder de ésta naturaleza?
Si existiera tal decreto presidencial, el poder político les estaría negando la asistencia a aquellas familias que de manera responsable y libremente eligen un modelo diferente que el institucionalmente establecido para el nacimiento de sus hijos. ¿No va eso en contra de nuestros derechos humanos? ¿No va en contra de mi derecho como mujer a decidir sobre mi cuerpo?
Llama poderosamente la atención cómo el Dr. Briozzo, dedica tanto esfuerzo a combatir los partos en domicilio, cuando la medicina basada en la evidencia ha demostrado que es una opción segura para los nacimientos de bajo riesgo. Debería invertir esa energía y tiempo en elaborar estrategias que modifiquen los resultados obstétricos perinatales de los nacimientos institucionales ¿Cómo éste ministerio no ha logrado disminuir los índices de cesáreas que superan ampliamente los recomendados internacionalmente por la O.M.S.?
Me gustaría saber si el Dr. Briozzo se va a hacer responsable de los resultados obstétricos de aquellas mujeres que igual decidan parir a sus hijos en casa pero SIN asistencia técnica.
Un mundo en el que prevalezcan la dignidad y el respeto, en el que la mujeres sean tratadas con igualdad de derechos, principalmente en el momento mágico del nacimiento de nuestros hijos, jamás pueden ser dictaminado por ningún tipo de poder, ni el médico, ni el masculino, ni el político.
Sólo que ésta vez salen a la carga en alianza con la Asociación Obstétrica del Uruguay. UNA VERDADERA VERGÜENZA.
Con que autoridad la Asociación Obstétrica del Uruguay trabaja en un proyecto de ésta naturaleza sin consultar a las parteras en su conjunto. Con que autoridad una directiva, integrada por pocas colegas, trabaja en un proyecto que entrega nuestro libre ejercicio profesional sin consultar a las demás. Y ni hablar que sin participación de la propia Escuela de parteras que es el ámbito académico responsable de nuestra formación.
La directiva tendrá potestades para muchas cosas, pero creo que de ninguna manera incluye elaborar junto con el Dr. Briozzo una modificación de ésta naturaleza sin el aval de las parteras de éste país.
Nuestro libre ejercicio es histórico, es parte de nuestra profesión desde que ella existe. Desde hace años venimos siendo desplazadas en nuestro ejercicio, sumergidas salarialmente y acorraladas por el corporativismo médico, el cual gradualmente nos ha ido quitando muchos de nuestros campos de acción. Ya casi no asistimos partos salvo en instituciones públicas mientras que en las privadas ni controles de embarazo hacemos.
Y me pregunto ¿las parteras estamos de acuerdo en entregar nuestro libre ejercicio de la profesión así nomás?
Yo elijo mi libre ejercicio para mí y para todas…. Libre ejercicio que permite que cada una pueda trabajar de la manera que elija. Respeto a aquellas que ejercen su profesión en un marco institucional porque les gusta, ó porque no se ven en otro lugar… pero defiendo mi derecho a asistir a todos aquellos que llegan buscando un nacimiento diferente para sus hijos…. En sus casas.
El lugar histórico de la partera ha sido al lado de las mujeres y de las familias, acompañándolas en uno de los momentos más importantes y que definitivamente marcan su futura historia, como mujeres, como parejas y como familias.
Esto no pretende ser un debate sobre el parto en domicilio. Quisiera de corazón que fuera un llamado a nuestra conciencia colectiva.
No es casual que en Argentina entró al parlamento un proyecto de ley que prohíbe la asistencia de los partos en domicilio y que en Brasil se va por el mismo camino. Sólo que da un profundo dolor que en Uruguay esto se intente llevar a cabo en complicidad con mis propias colegas.
Llamo a la reflexión y a la acción colectiva:
  1. Para pedir que las autoridades de la escuela de Parteras tomen cartas en el asunto.
  2. Para que todas las Parteras de éste país defendamos el derecho a nuestro libre ejercicio profesional.
  3. Para que las integrantes de la Asociación Obstétrica del Uruguay convoquen a un Asamblea nacional de parteras donde todas podamos decidir al respecto.
  4. Para que se censure colectivamente a todas las colegas dispuestas a entregar así nomás nuestro libre ejercicio.
  5. Para pedir que ésta convocatoria se difunda ampliamente entre todas las parteras de éste país. Reenviarlo a mis colegas, imprimirlo y que esté en toda policlínica y cuarto de guardia del país.
  6. Para que todas las mujeres y sus familias continuemos defendiendo nuestro derecho a decidir COMO, DONDE Y CON QUIEN PARIR A NUESTROS HIJOS, de manera segura y con asistencia profesional.
  7. Para que en colectivo podamos hacer los contactos políticos necesarios para que no se haga realidad el mencionado DECRETO PRESIDENCIAL.

Porque de ello depende que nuestros hijos y nuestros nietos puedan seguir naciendo en casa de manera segura, depende nuestro futuro como PARTERAS y el de las generaciones futuras.
El 31 de Agosto, es el día Internacional de la Partera, que nos encuentre unidas en defensa de nuestra profesión.
Esto debemos frenarlo en colectivo sino una vez hecho realidad será muy difícil de revertir.
Se agradece difundir entre todos tus contactos, haciéndoselos llegar en especial a todas las parteras, mujeres y políticos de nuestro país.
Un abrazo desde mi corazón a todas y todos los que soñamos con un mundo mejor.

SYLVIA.

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