La Mastitis: mejor prevenir

La lactancia materna puede ser una de las experiencias más lindas que mamá y bebé compartan juntos. Si el proceso se da de forma natural, no solo sirve para la alimentación del bebé, si no también suele ser un momento disfrutable para ambos, lleno de mimos y caricias.
Sin embargo, puede suceder que aparezcan inconvenientes o dolencias. La mastitis es uno de ellos.

¿Qué es la MASTITIS?

Es un malestar común en las mamás lactantes. Según los estudios, aparece en el 20% de las mujeres durante los primeros seis meses postparto. Sin embargo, se da con mayor frecuencia en las primeras seis semanas, aunque puede suceder en cualquier momento del período de lactancia. Se define como una inflamación del pecho, que puede suceder cuando un conducto del seno se encuentra obstruido, esto puede incluir o no, una infección bacterial.

¿Cuáles son sus características?

Aparece una zona caliente en el pecho, que se hincha y se torna rojiza. Se asocia con un malestar general, la mujer hace fiebre alta (38,5 ºC o más), puede tener escalofríos y dolor. Usualmente aparece en un solo seno, pero puede ser en ambos.



¿Qué factores predisponen?

Según la bibliografía existen factores que predisponen a las mamás a desarrollar mastitis. Cabe aclarar que hay pocas investigaciones al respecto, y algunos de estos factores son asociaciones, no hechos confirmados científicamente.
  • Pezones agrietados. Al ser una lastimadura abierta, implica un foco de infección.
  • Mal acoplamiento del bebé al pecho, que conlleva a una succión débil.
  • Presión en el pecho. Por ejemplo un sostén apretado, en el verano hay que tener especial cuidado con los sostenes de los biquinis que suelen ser ajustados.
  • Enfermedades del bebé o de la madre. Cuando el bebé está enfermo, suele comer menos. Cuando la mamá está enferma, suele dar menos de mamar, esto hace que se alarguen los espacios entre las tomadas, lo que predispone al bloqueo de los conductos.
  • Rapidez en el destete. Se produce una congestión mamaria, que predispone a una mastitis.
  • Demasiada producción de leche. Esto es frecuente en los primeros días, cuando se da la “bajada de la leche”. Si no se amamanta con frecuencia, o si se ponen horarios estrictos al bebé, se crea el escenario para el desarrollo de la enfermedad.
  • Hay factores relacionados con la nutrición y el estrés de la madre. Existe bibliografía que asocia malos estados nutricionales o una alimentación no balanceada, con la mastitis. Lo mismo sucede respecto al manejo del estrés y el cansancio. Una mamá con altos niveles de angustia, que no puede descansar lo suficiente, tiene predisposición a enfermarse.
¿Cómo prevenirla?

Como toda afección, siempre es mejor prevenirla. Una de las principales medidas a tomar es la prevención de las obstrucciones de los conductos. Para esto es importante que el bebé logre un buen acople al seno, y así logra vaciarlo.
Otro elemento importante es ofrecer el pecho a demanda, y no restringir los horarios. Hace varios años ya que se ha descartado el mito de amamantar 10 minutos cada 3 horas.  El bebé es quien debe regular la producción de leche de acuerdo a sus necesidades. Limitar puede conllevar riesgos para el bebé, y es un factor de riesgo de mastitis para la mamá.
Al momento del alta hospitalaria, la mamá debería saber con precisión la técnica de extracción manual de leche. De esta forma, puede utilizarla en caso de que el bebé no alivie las llenuras de los senos. Si lo desea, la mamá puede utilizar aparatos que faciliten la extracción. En el mercado existen extractores de leche materna manuales y eléctricos, que se pueden comprar o alquilar. Para prevenir la mastitis es muy importante evitar la sobre estimulación de los senos. Es decir, una vez que el bebé haya amamantado, y haya quedado satisfecho, la mamá puede extraerse leche hasta aliviar la tensión, pero no vaciar el pecho (a no ser que desee conservar leche).
En caso de que la mamá encuentre una zona endurecida, deberá prestar pronta atención a la misma, realizando masajes en la zona y amamantando con mayor frecuencia. Puede aplicar calor local antes de amamantar o extraerse.

¿Cómo tratarla?

Una vez que la mastitis se ha instalado, la mamá notará repentinamente un fuerte malestar, frecuentemente acompañado de fiebre alta. Notará una zona roja y endurecida en uno o ambos senos. En este caso es importante remover eficazmente y con frecuencia la leche. Se recomienda que amamante con mayor asiduidad, comenzando con el pecho afectado. Si el dolor dificulta que fluya la leche, se puede comenzar con el pecho sano, y cambiar inmediatamente que fluya la leche con más facilidad.
Se puede masajear el pecho mientras se amamanta o se extrae. Los movimientos van desde la zona bloqueada o dolorida, hacia el pezón. Se recomienda aplicar calor local antes de amamantar, para favorecer que fluya la leche. Asimismo, es útil aplicar frío entre mamadas, para desinflamar. Se pueden utilizar paños fríos u hojas de repollo que ayudan a calmar el dolor.
Como en toda afección, la mamá debe descansar, alimentarse adecuadamente y tomar abundante líquido. Es fundamental el apoyo del entorno para lograrlo.
En lo que refiere a medicamentos, generalmente se indican analgésicos que combatan el dolor y ayuden a desinflamar. Si los síntomas persisten por más de 24 horas a pesar de las medidas de apoyo, se indican antibióticos por no menos de 10 días. Éstos son compatibles con la lactancia, y deben ser indicados por el médico tratante.
Según la Organización Mundial de la Salud, cuando hay mastitis es importante continuar con la lactancia, ya que no hay pruebas de que haya algún riesgo para el bebé saludable. De hecho, dejar de amamantar conlleva un riesgo mayor.
El seguimiento médico es importante, y continuar con las medidas de remoción resulta fundamental para tratar la mastitis.

En conclusión

La mastitis es una afección común de las mujeres lactantes. Existen factores que predisponen su aparición, por lo que toda mujer debería tenerlos en cuenta para una adecuada prevención. Una vez que la dolencia se instala, es fundamental continuar con la lactancia, y aumentar la frecuencia de extracción. El descanso y una adecuada alimentación resultan fundamentales para el cuidado de la mamá.

Lic. Claudia López

Para saber más:
Liga de la Leche. www.llliuruguay.org
Organización Mundial de la Salud (2000) “Mastitis, Causas y Manejo”. Ginebra.



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