Cuando pensamos en la palabra
“Desete” popularmente nos imaginamos el momento en el que el bebé o niño dejan
de tomar el pecho de su madre. Es frecuente la consulta de “¿Cómo lo hago?”,
“¿hasta cuándo?”, “¿es de golpe o paulatino?”. Sin embargo, quisiéramos
proponer un nuevo enfoque hacia la temática, considerando el destete como un
proceso que implica múltiples aristas del ser humano. En este sentido,
hablaremos de una etapa del bebé, su madre y la familia. Implica un proceso, y
como tal llevará su evolución.
¿Cuándo comienza el Destete?
Técnicamente, “destetar” es el proceso por el cual un ser humano
deja de depender de la leche materna para sobre vivir. Es decir, de
alimentarse exclusivamente del pecho de su madre, pasa a hacerlo de distintos
recursos de la naturaleza.
Este proceso implica la
adaptación del cuerpo del bebé a otros tipos de alimento. Recordemos que
nuestro sistema digestivo nace preparado para recibir la leche humana. Al ser
expuesto a otros alimentos, su cuerpo reaccionará para su adaptación. Una vez
que es sensibilizado ante elementos extraños, precisa reaccionar para
digerirlos y absorberlos lo mejor posible.
También reaccionará su sistema
inmune, inmaduro por cierto hasta los 2 años. La Biomedicina ha aportado nuevos
conceptos en este sentido, y hoy sabemos que el sistema digestivo está
estrechamente vinculado con el inmune. Un bebé pequeño que recibe por primera
vez unos milímetros de leche artificial, desencadenará un proceso complejo. Su
cuerpo tratará de reconocer el nuevo
alimento y, en algunos casos, su sistema inmune reaccionará ante los mismos. La
proteína de la leche de vaca es unos de los principales alérgenos del humano,
por lo que exponernos a él precozmente puede ser un factor de riesgo importante
para desencadenar una alergia o intolerancia a la misma.
Es decir que el PROCESO DE DESTETE implica la
adaptación física a un nuevo alimento, con el fin de independizarse de la leche
materna.
Como todo proceso implica un
TIEMPO. De la misma manera que un bebé tiene que adaptarse a la leche
artificial, también nos podemos encontrar con bebés alimentados a pecho
exclusivo que precisarán adaptarse a la alimentación sólida, popularmente
conocida como “papillas”.
Es frecuente encontrarnos con
consultas de padres desesperados porque sus bebés no aceptan nuevas comidas, o
ingieren en pocas cantidades. Comprender que la inclusión de alimentos sólidos
también forma parte del destete, y precisará su propia evolución para una
correcta adaptación.
Pensemos que el niño deberá
desarrollar sus capacidades bucolinguofaciales, de masticar, deglutir,
respirar… todo esto con un nuevo alimento en su boca. Implica tiempo, paciencia,
evolución… es un proceso.
¿Cuánto tiempo llevará?
Dependerá del momento en el que
se introduce el nuevo alimento. En algunos casos quizás es apenas ha nacido el
bebé, en otros comenzará sobre los 6 meses. ¿Hasta cuándo? Esto dependerá de
múltiples aspectos, pero en su mayoría son elementos culturales que nos
determinan su evolución.
En Uruguay hace no muchos años
los bebés solían destetarse en su mayoría antes de los 12 meses. Actualmente,
la última encuesta nacional sobre lactancia materna muestra que cerca de 40% de
niños de 15 meses continúan con leche materna[1].
Si revisamos la historia de la
humanidad, nos encontraremos con que nuestra especie tomaba pecho hasta los 2 a
7 años de vida[2].
Algo completamente descabellado en nuestra cultura actual. El contemplar esta mirada antropológica nos permite
comprender que la edad del destete esta intervenida por creencias y valores
socioculturales, y no existe una “verdad absoluta” que determine una edad
única.
Existen distintos recursos y
bibliografía que ofrece métodos e ideas para ayudar a los padres en este
proceso. No obstante, en este artículo preferimos enfatizar esta nueva mirada
sobre el destete. Comprendiendo que el cuerpo del bebé, así como el cuerpo de
la madre precisarán de tiempo para la adaptación que implica dejar de depender
de la leche materna.
¿Cómo será su evolución? Pues en
cada díada y en cada familia será diferente.
Si nos desvestimos de los
prejuicios sociales y las expectativas de nuestro entorno, veremos que forma
parte del desarrollo del niño y se dará de forma completamente natural.
Claramente este proceso se ajustará a la realidad que a cada familia le ha
tocado vivir. Y solamente ellos tendrán la potestad de decidir como
transitarlo.
Lic. Claudia López Rodríguez,
IBCLC
www.nacemama.com
[1] Encuesta
nacional sobre estado nutricional, prácticas de alimentación y
anemia en niños menores de dos años, usuarios de servicios de salud de los
subsectores público y privado del Uruguay / María Isabel Bove, Florencia
Cerruti. – Montevideo : UNICEF : MSP : MIDES : RUANDI, 2011
[2] Lactancia
materna prolongada: Elementos para la reflexión. Ruandi. 2001. Montevideo
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