En las últimas décadas las mujeres
hemos ido ganando espacios, se han reconocido nuestros derechos, y hemos
luchado por mantenerlos. Uno de estos ámbitos es en el área de la maternidad.
Espacio tan nuestro como pueda ser, y que sin embargo, parece que las mujeres
tenemos la última palabra. Durante años diferentes organizaciones y personas a
nivel mundial han “levantado la voz” reclamando nuestros derechos como mujeres
y madres, devolviendo el poder a quienes lo tuvimos desde el principio: las
mujeres.
En
el embarazo…
En el 2014 el MSP publicó unas nuevo manual: “MANUAL PARA LA ATENCIÓN A LA MUJER EN EL PROCESO DE EMBARAZO, PARTO Y PUERPERIO.”. Aquí se estipulan
los procedimientos a realizarse en todas las maternidades del Uruguay. Esta
normativa tiene un enfoque integral de la salud de la mujer, es decir que no
toma en cuenta únicamente aspectos biológicos de la embarazada, sino que
considera los aspectos emocionales y el vínculo con los centros de salud. Pretende
cuidar el embarazo en la díada mamá-bebé, detectando de forma precoz posibles
complicaciones. En esta línea se estipula un mínimo de citas prenatales con el
médico, así como baterías de exámenes de laboratorio. Se ha logrado obtener
precios diferenciales en estos exámenes para que toda mamá tenga acceso a un
buen cuidado médico de su embarazo.
En
el parto…
En lo que refiere al trabajo de parto y
parto, diferentes organizaciones y movimientos populares han logrado grandes
cambios en las formas de “parir”. Hace pocos años, las mujeres daban a luz de
forma horizontal, solas, y se las separaba de sus hijos apenas nacían. En la
actualidad existen otras opciones. Se ha descubierto que las posiciones
verticales son las más indicadas para parir, por lo que se anima a la madre a
que se mantenga activa durante el trabajo de parto, ya sea caminando o
practicando diferentes posiciones de comodidad. Algunas maternidades en nuestro
país han adquirido tecnología que facilita las diferentes posiciones, como son
camas articuladas, donde la mamá puede parir en cuclillas. También se pueden
solicitar pelotas de parto, que son pelotas de diámetros grandes, como las que
se utilizan para practicar Pilates. Este accesorio es de gran ayuda en el
alivio de las molestias provocadas por las contracciones.
Otro avance importante es la
eliminación de practicas de rutinas médicas que se realizaban en el trabajo de
parto, como ser el rasurado, el enema y la episiotomía, entre otros. Hoy en día
estás intervenciones se realizan solo en caso de ser necesario. Dentro del “Manual para la Atención a la Mujer en el Proceso de Parto y Puerperio”, se detallan una por
una las diferentes intervenciones y cuando son necesarias, descartando por
completo su utilización de forma rutinaria.
Respecto al acompañamiento en el
trabajo de parto y parto, en el año 2001 se promulga la Ley 17.386, la cual
establece el derecho de la mujer de estar acompañada durante este proceso: “Toda mujer durante el tiempo que dura el
trabajo de parto, incluyendo el momento mismo del nacimiento, tendrá derecho
a estar acompañada de una persona de su confianza o en su defecto, a su
libre elección de una especialmente entrenada para darle apoyo emocional”.
Esta ley marca un una nueva mirada del
gobierno hacia el embarazo y el parto. Plasma el cambio de paradigma a nivel
social, donde se reconoce la importancia de la humanización del parto y la
consideración de los derechos humanos, en especial, los derechos sexuales y
reproductivos de la mujer. A través de esta Ley y de las Normas de Atención, se
comienza a reconocer la importancia de la salud emocional, y el apoyo social
hacia las mujeres y sus familias.
Diversas investigaciones demuestran que
si la mujer se siente contenida, apoyada y acompañada durante el trabajo de
parto, esto lleva a niveles superiores de satisfacción, reduciendo los tiempos
del parto, las intervenciones médicas y las patologías psicológicas del
puerperio.
Desde el año 2005 existe la formación
académica de “Doulas” en nuestro país. Las Doulas son personas capacitadas para
el acompañamiento de la mujer embarazada y su referente afectivo, durante el
trabajo de parto y parto. Es un acompañamiento físico y emocional. Físico en
tanto ayuda a aliviar las molestias de las contracciones a través de medidas de
comodidad (masajes, practicar diferentes posiciones, etc.) y emocional, en
tanto brinda apoyo afectivo de forma permanente. Entiendo que la presencia de
este nuevo rol en nuestro país se encuentra dentro de los grandes avances de
los últimos años.
El fácil acceso a la información es
otro progreso de la actualidad. La presencia de Internet, gran variedad de
libros y organizaciones especializadas en el tema le dan la oportunidad a la
mujer de estar muy informada y preparada para todo el proceso. El conocimiento,
la posibilidad de “saber” trae consigo el “empoderamiento”, es decir, si yo sé,
conozco mis opciones, conozco los riesgos y los beneficios, y puedo elegir con
propiedad. Las decisiones dejaron de estar a cargo de los profesionales, y las
mujeres comenzamos a reclamar, pedir, y finalmente decidir.
Algunos autores proponen que la
analgesia, es decir, la posibilidad de darse analgésicos en el trabajo de parto
para no sentir las molestias del dolor, es otro de los avances de estos
tiempos. Este es un tema discutido, ya que existen otros autores que no están
de acuerdo con esta opción. Como opinión personal, entiendo que la analgesia es
un avance solo cuando es una intervención necesaria. El uso rutinario de la
analgesia, o su uso sin brindar información completa a la mujer, no es un
avance, sino que sigue la línea de no respetar nuestros derechos de elección.
La posibilidad de elegir siempre debe ser respetada, brindando a la mujer toda
la información, que incluya pros y contras, para tomar una decisión consciente.
En conclusión, se ha comenzado a vivir
una revolución en el área de la maternidad. Las mujeres hemos comenzado a
reclamar nuestros derechos, obteniendo resultados importantes a nivel social.
El cuidado prenatal, universal y homogéneo para todas las mujeres del país es
uno de los derechos obtenidos para el embarazo. En lo que refiere al trabajo de
parto y parto, se está logrando volver a las formas de parir naturales,
respetando la intimidad y acompañando a la mujer en todo el proceso, teniendo
una Ley que nos ampara. Se han descartado las intervenciones de rutina que
resultaban tan molestas y perjudiciales. Asimismo, la posibilidad de formarse y
prepararse para el parto es otro derecho adquirido, fundamental para la toma de
decisiones consciente. Queda un gran camino por recorrer, donde las mujeres
tendremos que plantarnos firme en nuestros derechos y deseos, para seguir
disfrutando plenamente de nuestra maternidad.
Claudia López
Licenciada en Psicología
Educadora de Parto
Consultora Internacional de Lactancia
Materna (IBCLC)
DERECHOS DE LA MUJER EMBARAZADA
Fuente: http://carpasrojas.org/wopr/2010/05/estas-embarazada-%C2%A1tienes-derechos/1. La mujer embarazada tiene derecho a ser informada sobre la sexualidad durante el proceso de gestación.
2. La mujer embarazada tiene derecho a disfrutar de las relaciones sexuales. El embarazo no es una enfermedad.
3. La mujer embarazada debe estar informada sobre los efectos secundarios que pueden tener los medicamentos o la aplicación de determinadas tecnologías actuando directamente sobre el feto. No se ha probado la inocuidad de ninguna droga para el feto antes de nacer.
4. Toda embarazada tiene derecho a un parto natural, y a negarse a intervenciones innecesarias, como rasurado, enema, rotura de membranas, episiotomía rutinaria, que alteran su normal desarrollo.
5. La mujer embarazada tiene derecho a saber con anticipación si va a requerir una cesárea, los motivos de su indicación y los riesgos que puedan existir para ella y su bebé.
6. La mujer embarazada tiene derecho a ser informada sobre el nombre y marca de la medicación que va a recibir a efectos de informar al profesional si es alérgica a la misma.
7. Tiene el derecho a determinar por sí misma si acepta o rechaza cualquier tratamiento asumiendo los riesgos.
8. “Toda mujer durante el tiempo que dura el trabajo de parto, incluyendo el momento mismo del nacimiento, tendrá derecho a estar acompañada de una persona de su confianza o en su defecto, a su libre elección de una especialmente entrenada para darle apoyo emocional”. Ley 17.386
9. La mujer embarazada tiene derecho a escoger la posición en el trabajo de parto y en el momento de nacimiento, que le resulte más apropiado y menos tensionante.
10. Tiene derecho al contacto inmediato con su bebé (si el mismo está en buen estado de salud) en su cama, y amamantando según sus necesidades independientemente de las normas institucionales.
11. Tiene derecho después del parto a ser informada sobre su estado de salud y el de su hijo/a recibiendo información clara en caso de cuidados especiales que pudiera requerir antes de retirarse de la maternidad.
12. Tiene derecho de disponer de la Historia Clínica.
13. Tiene derecho a recibir información sobre su salud sexual y reproductiva que favorezca en el ejercicio de una sexualidad plena, incluyendo información sobre anticoncepción y los servicios privados y públicos que los brindan.
14. Tiene derecho a recibir un trato digno y respetuoso del personal de salud.
15. Tiene derecho a ser escuchada y atendida en sus apreciaciones y sentimientos, respetándola en su intimidad y privacidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario